-
Si necesitas dinero puedo trabajar por las tardes. He oído que en la tienda de
abajo necesitan una cajera por las tardes y…
-
No, no, no y no. Tú encárgate de estudiar que es lo que tienes que hacer. No es
la primera vez que me pasa esto. Va por temporadas. Tú estate tranquila. De
todas formas si sabes de alguien que necesite un psicólogo me lo dices.
-
Ahora que lo mencionas. En mi instituto están buscando psicólogo para los
estudiantes, y para los profesores. Puedes dejar el currículum.
-
Me parece una gran idea. El lunes te acompañaré al instituto y me informará del
puesto vacante. Y tú tranquila que a esa excursión vas como que me llamo
Alexandra. Además, queda todavía más de dos meses. Podemos ir ahorrando.
El
lunes la acompaño al instituto y me acerco a secretaría.
-
Hola buenos días. ¿En qué puedo ayudarla?
-
Buenos días. Soy la hermana mayor de Samantha García y me ha comentado que el
puesto de psicólogo está libre. Me gustaría hacer una entrevista.
-
Muchas gracias, de verdad. Desde que se fue el anterior psicólogo nadie se ha
atrevido a pedir el trabajo.
-
Oí algo sobre ello en las noticias. Al parecer una alumna del centro le acosó
sexualmente. No se preocupe. Necesito tanto el empleo que puedo lidiar con una
alumna problemática.
-
Se llama Cameron Jones. Se podría decir que es la que lleva las riendas en este
colegio, y no nos vendría mal una psicóloga mujer para ponerla en cintura. Sus
padres nos han jurado que no ocurrirá nada parecido y la hemos tenido que
readmitir. Bueno, no la entretengo más. Pase a dirección. La directora Aldrin
le hará la entrevista.
-
Gracias. –Entro en el despacho y me atiende una señora un poco mayor, pero se
la ve entusiasta de su trabajo.
-
Usted debe de ser Alex García, la hermana de Sam. Estamos encantados con su hermana.
Se ha integrado perfectamente en el centro y tiene mucho entusiasmo de aprender.
Bueno. Me ha dicho mi secretaria que viene por el puesto vacante de psicólogo.
¿Trae su currículum?
-
Sí. Aquí tiene. –Le doy el currículum y espero paciente mientras lo lee.
-
Pues, el trabajo es tuyo.
-
¿De verdad? ¿No quiere hacerme una entrevista antes?
-
No hace falta. Ya tienes a un adolescente en casa y veo que se te da bien.
Puedes empezar cuando quieras. Incluso ahora mismo si no tienes ningún
inconveniente.
-
Sí, muchas gracias. Se lo agradezco.
-
Tutéame por favor.
-
Claro.
-
Martina te acompañará a la sala de profesores y te dará tu horario. Bienvenida
al “Golden High School”. –Nos damos la mano y acompaño a la secretaria a la
sala de profesores. Al llegar me voy presentando a todos los profesores. Me hacen
recordar a mis profesores de la E.S.O.
-
Este es tu horario. Tendrás una clase de cinco pupitres más tu mesa para cuando
hagas consultas aparte. Además darás clase una vez a la semana a cada clase
para ayudarles en lo que necesiten. Bueno, pues, mucha suerte y ahora te
acompañaré a tu clase. Con el horario también hay un mapa del colegio para que
te lo vayas aprendiendo. ¿Has conocido a los profesores?
-
Sí.
-
De todas formas algunos están dando clase. A la hora de la comida les conocerás
a todos. –Me acompaña a mi clase y se va. ¡Qué rápido ha sido todo! Mierda
ahora tengo clase y está en la otra punta del instituto. Será mejor que me dé
prisa. Salgo corriendo y llego por fin. Parece que es esta. Voy a entrar.
Cuando entro me doy cuenta de que es la clase de Sam, menos mal que empiezo en
terreno conocido. Dejo mi maletín en la mesa del profesor, escribo mi nombre en
la pizarra y allá voy.
-
Buenos días. –Miro a Sam y me guiña un ojo-. Soy la nueva psicóloga. Algunos ya
me conocéis y os voy a ayudar en lo que necesitéis. Os daré una clase a la
semana. Además estaré en mi clase y podréis hacerme una consulta en privado.
Estas clases las dedicaremos para hacer una especie de terapia de grupo.
Vosotros me vais contando los problemas que creéis son típicos a vuestra edad y
entre todos encontraremos una solución. –Una chica rubia levantó la mano.
-
Dime tu nombre y cuéntame qué te pasa.
-
Me llamo Cameron. –Es la problemática-. Aquí todo el mundo me conoce y…
-
Por guarra. –Dice un chaval fuerte y con pinta de macarra del fondo. Los demás
se ríen.
-
¿Me dices tu nombre, por favor?
-
Me llamo Dick.
-
Dick, ¿tienes algún problema con Cameron?
-
Me dijo que se acostaba sólo conmigo y descubrí que se tiraba a todo el equipo
de fútbol.
-
Eres un gilipollas. Estaba saliendo con mi hermano, así que no te hagas la
víctima. –Dice una chica que se sienta delante de Sam y por su aspecto deduzco
que es la hermana de Mike.
-
Ya saltó la mal follada.
-
¿Qué has dicho de mi novia? –Dice el chaval que se sienta a su lado. Claramente
es Kenny.
-
Yo sólo digo que es una calienta braguetas. Eso es por-que no le sabes dar lo
que se merece.
-
Perdona pero mi novio me completa. Si no sabes usar la única neurona que
compartes con la guarra de Cameron cállate. –Los demás chavales se ríen.
-
¿Qué has dicho? –Se levanta y amenaza con el puño a Katy.
-
¡Chicos! –Lo dije chillando-. Está claro que hay problemas entre vosotros pero
no los podéis solucionar como si tuvierais cinco años. -Se calman y Dick se vuelve
a sentar en su silla-. Vamos a hacerlo calmados. Ahora me vais a contar cuál es
el problema. –Al decir esto media clase se pone a gritar y decir cosas sin
sentido. Me empiezo a poner muy nerviosa. Intento callarlos pero no da
resultado. Me entran ganas de llorar y salgo corriendo de la clase.
-
Alex, ¿a dónde vas? –Mike agarra a Sam para que se quedara en su sitio.
-
Déjala. Ahora necesita estar sola. Sólo un profesor la puede ayudar. Es normal,
está nerviosa. Deja que se tranquilice.
-
Está bien.
Salgo
corriendo en dirección al baño y un profesor al verme salir entra en la clase.
Al ver el caos pone un poco de orden.
-
¡Basta! –Lo dijo tan fuerte que hasta Sam se sorprendió-. ¿Veis lo que habéis
hecho? Estaos callados mientras busco a vuestra profesora. –Dicho esto sale
corriendo en dirección al baño de los profesores.
-
Ese…
-
¿Qué te pasa Sam?
-
Me suena de algo ese profesor.
-
Es el de mates y física y química, si está aquí significa que ya se ha
mejorado. El que había antes era un sustituto.
-
Me parece que le he visto antes. Pero hace mucho tiempo. Deben de ser imaginaciones
mías.
El
profesor entra en el baño. Yo estoy dentro de un compartimento del váter, así
que él me habla desde los lavabos.
-
¿Estás bien? Ya les he mandado callar. –Yo sigo llorando-. Debes de ser nueva.
No te preocupes, nos ha pasado a todos. Son difíciles pero te los acabarás
ganando. Yo soy el de mates y física y química. –Paro de llorar.
-
Yo soy la nueva psicóloga. –Todavía no me atrevo a salir a sí que no le puedo
ver.
-
Haremos una cosa. Le diré a un profesor que esté libre que se encargue de tu clase
y cuando estés preparada vuelves. ¿Te parece bien?
-
Sí, gracias.
-
Suerte, y ya nos veremos. Hasta luego.
Me
calmo y salgo del compartimento. Me miro al espejo y me lavo la cara. Aún no me
encuentro con fuerzas para volver a esa jungla pero me armo de valor y entro en
la clase. Los chicos no se atreven a mirarme pero Sam se alegra de que esté
bien. Me acerco a la mesa del profesor que ahora ocupa una señora canosa.
-
Gracias por haberte quedado en la clase mientras estaba fuera.
-
No te preocupes. A todos nos pasa la primera vez. Me llamo Kerstin. Soy la
profesora de inglés. Bueno, me voy. Ya nos veremos luego.
Me
siento en la silla y miro a Sam.
-
Sé que no hemos empezado muy bien, y mi comportamiento no ha sido el adecuado
al marcharme pero tenéis que entender que yo nunca había dado clase y vosotros
tampoco habéis puesto de vuestra parte. Mañana Dick, Cameron, Katy y Mike, quiero
que vengáis a mi clase. Vamos a solucionar los problemas que tenéis entre
vosotros. Como ya va a sonar la campana os podéis marchar al recreo. –Acto
seguido suena el timbre. Sam no se marcha y se acerca a mi mesa.
-
¿Estás bien?
-
Sí, no te preocupes. Vete al recreo que ahora me tomo un café y se me pasa.
-
Está bien. ¿Nos vamos luego juntas?
-
Sí, hasta luego. –Se acerca a mí y me da un beso en la mejilla. Me tranquilizó
bastante. Voy a la sala de profesores y me preparo un café. La secretaria se
acerca a mí.
-
¿Estás ya mejor?
-
Sí, gracias. No sé qué me pasó. Me puse muy nerviosa.
-
Tranquila, todos los profesores pasan por ello. Me han dicho que el de física y
química te ayudó.
-
Sí. Me gustaría darle las gracias pero no sé quién es.
-
Está ahí. –Señala a un hombre que está de espaldas a nosotras. Lleva una camisa
azul cielo-. Ve con él y preséntate, es muy guapo. –Me guiña un ojo. Me voy
acercando poco a poco al profesor y sin verle la cara le digo:
-
Gracias por lo de antes. Soy la psicóloga que salió corriendo. –Está ocupado
haciendo fotocopias así que no se da la vuelta.
-
No tienes que agradecerme nada. Cuando yo llegué falté dos días y dije que
estaba enfermo pero en realidad no me atrevía a volver. –Entonces se da la
vuelta y puedo ver quién es. Me da un vuelco al corazón.
-
¿Alex?
No hay comentarios:
Publicar un comentario